dimecres, 22 de maig del 2013

Nunca está bien o todo está bien

Los que trabajan mucho quieren más tiempo de descanso,
los que no trabajan están asqueados con su vida.

Ahora estamos hartos de la lluvia,
en verano hartos del sol,
y en invierno hartos del frío.

Nos pasamos el día buscando un rato para poder no ser enfrente de un televisor o un libro.

Y luego preguntamos: ¿Eres feliz? Sí, yo soy feliz, claro. El de al lado no, pero yo sí.

¿Y entonces por qué quieres cambiar cosas de tu vida? Bueno, soy feliz pero eso, eso y eso no me hacen feliz y si lo cambio por fin seré feliz. Claro, con tal de no cambiar se cambia lo que sea.

Para saber si eres realmente feliz dedica todo el tiempo que te sobra a limpiar la casa. Si durante ese tiempo eres feliz es que la felicidad vive en tu corazón.

La vida es una gran pérdida de tiempo y no sirve para nada. Sólo aceptando eso podremos conectar con la belleza, que es el amor. Cuanto más tiempo dediquemos a hacer cosas importantes más lejos estaremos de ser porque no hay nada importante, todo es absolutamente irrelevante y como es irrelevante es precioso y sagrado. Es un juego y nos estamos creyendo que somos las fichas del parchís. Por eso nos enfadamos como niños y luego nos reímos de los niños cuando se enfadan. Somos y seremos niños y reaccionamos como niños porque lo somos. Aceptándolo podremos empezar a jugar con la vida y a partir de ahí la vida empieza a sonreir, porque nosotros le sonreímos a ella.

Feliz día :-)

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