Antoine Giraud lleva 11 meses luchando para que el mundo se rinda
ante un hecho incontestable: la famosa Torre Eiffel, símbolo de su
ciudad natal, París, no es más que un plagio. “Una copia barata de un
llavero que me regalaron unos amigos de mis padres cuando yo era apenas
un bebé”. Fue su mujer, Claudine, quien le hizo notar “el enorme y
sospechoso parecido” del monumento con ese llavero que Giraud guardaba
en un cajón sin prestarle la más mínima atención.
Este
fontanero de 35 años asegura que no tiene ni idea de arquitectura “pero
sí tengo ojos en la cara y sentido común, que es lo único que hace
falta para ver que tengo razón”.
continúa: http://www.elmundotoday.com/2010/06/la-torre-eiffel-es-la-copia-de-un-llavero/
I és que a la gent li encanta negar la realitat
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