He estado tres días de congreso con este reputado homeópata, Jeremy Sherr, quien está en Tanzania con su esposa, también homeópata, tratando a pacientes con sida con homeopatía (sin cobrar un duro). Los pacientes, agotados, sin apetito, estigmatizados y apartados por sus familiares y conciudadanos, sin dinero para comprar comida para ellos ni para los hijos, al empezar a tomar el remedio homeopático recuperan la energía y lo primero que hacen es volver a trabajar, para poder comprar algo de comida.
No pierdo de vista el hecho de que irse a África a "ayudar" es principalmente para ayudarse a uno mismo. Tanto a desarrollarse científicamente como a desarrollarse humanamente o espiritualmente a base de experiencias. Pero lo que está claro es que este hombre y su familia están repartiendo Amor en algún lugar perdido de Tanzania y a los pacientes les cambia la cara, devolviendo Amor (a sus hijos, a sus vecinos) y creando esta canción de alegría para que más gente se contagie del remedio.
Viva el ciclo del Amor!
M'he quedat totalment enganxat a la cançó :-)
ResponElimina