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divendres, 16 de novembre del 2012

“Volver a Casa”

Siéntate, amado mio.
Respira profundo
y relajate.
Lo intentamos tanto, luchamos, trabajamos...,
pero esto viene naturalmente,
sin esfuerzo

Sencillamente, respira,
estate tranquilo,
obsérvate y abandónate,
permítete sentir,
ábrete a esta sensación de sencillamente ser.

Tu anhelo ya fue suficiente,
deja a tu corazón abrirse como una flor
y contempla la luz que eres.
Tu esfuerzo ya fue suficiente

Sencillamente, respira,
estate tranquilo,
obsérvate y abandónate,
permítete sentir,
ábrete a esta sensación de sencillamente ser.

Cuan lejos de tu hogar has de irte
para darte cuenta de que nunca te fuiste;
cuan lejos de tu hogar has de irte
para darte cuenta de que nunca te fuiste

Ya estas en casa.
Deja que estas palabras calmen tu alma;
deja que estas palabras alivien tu alma,
inspiren a tu espíritu
y te despierten.

Sencillamente, respira,
estate tranquilo,
obsérvate y abandónate,
permítete sentir,
ábrete a esta sensación de sencillamente ser.




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divendres, 5 d’octubre del 2012

El cielo en la tierra, el viaje

Os ofrezco este precioso regalo de amor. Emilio Carrillo nos deleita con su explicación de por qué pasan las cosas, dónde estamos, qué va a pasar. Es una persona muy sencilla, todo corazón y lo explica de forma muy simple, para todo el mundo. De todo corazón, muy, muy recomendable:

Frases que me han gustado especialmente (no son especialmente las mejores pero son las que he pillado cuando me he acordado):

- Dios es yo, y yo soy Dios cuando dejo de ser yo.
- Cuándo queremos a alguien y por eso le deseamos lo mejor, alguien está juzgando qué es lo mejor y ese alguien eres tú. Y eso no es amor.
- Respeto y aceptación. El respeto es  amor.
- Todo es verdad y nada es real.
La verdad de cada uno es verdad. Cómo le puedo decir a ese señor que su verdad no es verdad. Pero a su vez tenemos que aceptar que nada de lo que vemos o creemos es real porque la realidad va mucho más allá de lo material.
- Críticas y silvidos los que queraís pero aplausos no. Los aplausos son del mundo viejo, ya no tocan. Ningún aplauso y muchos abrazos.
- Yo soy la luz que está iluminando al cuerpo físico.





dijous, 20 de setembre del 2012

El día en el que la “búsqueda” se detuvo


El día en el que cesó el esfuerzo…
Había estado trabajando durante muchas vidas -trabajando sobre mi mismo, luchando, haciendo todo lo que podía-, y no sucedía nada. Ahora entiendo porque no sucedía nada. El mismo esfuerzo era el obstáculo, la misma escalera lo estaba impidiendo, la misma necesidad de buscar era el obstáculo. No es que uno pueda encontrar sin buscar —hace falta buscar—, pero llega un momento en el que hay que abandonar la búsqueda. El bote es necesario para cruzar el río, pero luego llega un momento en el que tienes que salir del bote, olvidarte de él y dejarlo atrás. El esfuerzo es necesario, nada es posible sin esfuerzo. Y también nada es posible sólo con esfuerzo.

Un día dejé de trabajar en mi mismo. Llega un momento en el que ves la futilidad del esfuerzo. Has hecho todo lo que podías hacer y no está sucediendo nada. Has hecho todo lo que es humanamente posible. ¿Qué más puedes hacer? Sintiéndose completamente impotente, uno abandona toda la lucha. Y el día en el que la búsqueda se detuvo, el día en el que no estaba buscando algo, el día en el que no estaba esperando que sucediera algo, comenzó a suceder. Surgió una nueva energía, de ninguna parte. No venía de ningún lugar. Venía de ningún lugar y de todas partes. Estaba en los árboles, en las rocas, en el cielo, en el sol, en el aire; estaba en todas partes. Había estado buscando con tanto esfuerzo pensando que estaba muy lejos, ¡y estaba tan cerca y tan próxima! Los ojos se habían enfocado en la lejanía, en el horizonte, y habían perdido la capacidad de ver aquello que está justo al lado.

El día en el que cesó el esfuerzo, yo también cesé, porque tú no puedes existir sin esfuerzo, no puedes existir sin deseo, no puedes existir sin insistir. El fenómeno del ego, el del ser, no es un objeto, es un proceso. No es una substancia sentada en tu interior; la tienes que crear en cada momento. Es como pedalear en una bicicleta: si sigues pedaleando continúa; si dejas de pedalear se detiene. Podría continuar un poco por la inercia pero en el momento que dejas de pedalear, de hecho, la bicicleta comienza a detenerse. No tiene más energía, no tiene más potencia para ir a cualquier lugar. Caerá y colapsará.

El ego existe porque seguimos pedaleando en el deseo, porque seguimos esforzándonos para conseguir algo, porque continuamos adelantándonos a nosotros mismos. En eso consiste el fenómeno del ego: saltar por delante de nosotros mismos, saltar al futuro, saltar al mañana. El salto hacia lo no-existencia crea el ego. Es como si fuese un espejismo porque surge de lo no-existencia. Sólo está compuesto de deseo y de nada más. Sólo está compuesto de sed y nada más.

El ego no está en el presente, está en el futuro. Si estás en el futuro, entonces el ego parece ser muy substancial. Si estás en el presente, el ego es un espejismo; comienza a desaparecer.

El día que dejé de buscar…, y es incorrecto decir que dejé de buscar; sería mejor decir el día que la búsqueda se detuvo. Déjame repetirlo: la mejor manera de decirlo es el día que la búsqueda se detuvo. Porque si yo la detengo, entonces “yo” estoy ahí de nuevo. Ahora mi esfuerzo consiste en detenerlo, ahora mi deseo es detenerlo, y el deseo continúa existiendo de una forma muy sutil.

No puedes detener el deseo, sólo puedes entenderlo. En esa misma comprensión se detiene. Recuerda, nadie puede dejar de desear, y la realidad sucede sólo cuando el deseo se detiene.

El día en el que se detuvo el deseo…
Este es el dilema. ¿Qué puedes hacer? Ahí está el deseo, y los budas siguen diciendo que hay que dejar de desear, y acto seguido te dicen que no puedes dejar de desear. De modo que, ¿qué puedes hacer? Pones a la gente en un dilema. Están en el deseo, ciertamente. Dices que hay que detenerlo; de acuerdo. Y entonces dices que no se puede detener. Entonces, ¿qué es lo que hay que hacer?
Hay que entender el deseo. Lo puedes entender, puedes ver su futilidad. Se necesita una percepción directa, se necesita una comprensión inmediata.

El día en el que se detuvo el deseo, me sentí muy impotente y desesperado. No había esperanza porque no había futuro. Nada que esperar porque todas las esperanzas han demostrado ser vanas, no conducen a ningún lugar. Vas dando vueltas. Sigue colgando delante de ti, va creando nuevos espejismos, sigue llamándote: -Vamos, corre más rápido que llegarás. Pero no importa lo rápido que corras, nunca lo alcanzarás. Es como el horizonte que ves alrededor de la tierra. Parece, pero no está ahí. Si vas hacia él, sigue alejándose de ti. Cuanto más corres, más rápido se aleja. Cuanto más lento vas, más lento se aleja. Pero hay algo cierto, la distancia entre tú y el horizonte sigue siendo absolutamente igual. No puedes reducir la distancia entre tú y el horizonte ni un solo centímetro.

No puedes reducir la distancia entre tú y tu esperanza. La esperanza es el horizonte. Tratas de tender un puente entre tu ser y el horizonte con la esperanza, con un deseo proyectado. El deseo es el puente, un puente inexistente, porque el horizonte no existe. De modo que no puedes construir un puente con él, sólo puedes soñar acerca del puente. No puedes unirte a algo no existencial.

El día que el deseo se detuvo, el día que miré en su interior y me di cuenta de que era inútil, me sentí impotente y sin esperanzas. Pero en ese mismo momento algo empezó a suceder. Comenzó a suceder aquello por lo que había estado trabajando durante muchas vidas pero no había sucedido. En tu desesperanza está la única esperanza, en tu falta de deseo está tu única realización, y en tu tremenda impotencia de repente la existencia entera empieza a ayudarte.

Rendido, reconociendo el hecho de que no soy
La existencia está esperando. Cuando ve que estás trabajando por tu cuenta, no interfiere. Espera. Puede esperar infinitamente porque la existencia no tiene prisa. Es eterna. En el momento que dejas de estar tú sólo -en el momento en el que te abandonas, en el momento en el que desapareces-, la existencia entera corre hacia ti, entra en ti. Y por primera vez empieza a ocurrir algo.

Durante siete días viví en un estado muy desesperado e impotente, pero al mismo tiempo estaba surgiendo algo. Cuando yo uso la palabra desesperado, no tiene el mismo sentido que tiene para ti. Simplemente quiero decir que en mi no había esperanza. La esperanza estaba ausente. No estoy diciendo que estuviese desesperado y triste. De hecho estaba feliz; estaba muy tranquilo, en calma, recogido y centrado. Desesperado, pero con un significado totalmente nuevo. No había esperanza, de modo que, ¿cómo podía haber desesperanza? Ambas habían desaparecido. La desesperación era absoluta y total. La esperanza había desaparecido, y con ella su opuesto, la desesperación. Fue una experiencia totalmente nueva: ser sin esperanza. No era un estado negativo. Tengo que usar palabras, pero no era un estado negativo. Era absolutamente positivo. No era sólo una ausencia, se sentía una presencia. Algo en mi estaba desbordándose, inundándome.
Y cuando digo que me sentía impotente, no lo utilizo con el mismo sentido del diccionario. Simplemente digo que estaba rendido. Eso es lo que quiero decir cuando digo impotente. Había reconocido el hecho de que no soy; de modo que no puedo contar conmigo mismo, de modo que no puedo mantenerme firme. No tenía un suelo debajo, estaba en el abismo…, un abismo sin fondo. Pero no tenía miedo porque no había nada que proteger. No había miedo porque no había nadie que pudiera asustarse.

Sacado de: emiliocarrillobenito.blogspot.com.es/2012/09/el-dia-en-el-que-la-busqueda-se-detuvo.html

Fuente: Texto tomado del “Relato de la Iluminacion de Osho en sus propias palabras”

divendres, 27 de juliol del 2012

El viejo mundo se derrumba porque emerge un Nuevo Mundo

La hora del “empoderamiento”
Aquí y Ahora, es el momento de que cada uno conecte con su ser interior –divino, infinito y eterno- y con su Sabiduría Innata.
Es la hora del “endiosamiento” (en expresión de los llamados “Padres de la Iglesia”) o “empoderamiento” de cada cual: ni maestros, ni gurús, ni creer o seguir los que otros digan o indiquen,… Tampoco lo que se exprese en este blog.
Y es la hora de adquirir plena consciencia de nuestra capacidad creadora, personal y colectiva. Una capacidad que esta generando, Aquí y Ahora, la creación de una Nueva Vida, una Nueva Humanidad y un Nuevo Mundo.

El viejo mundo se derrumba aquí y ahora: no es “casualidad”
Estamos en el célebre 2012. ¿Está pasando algo?: ¡qué cada cual mire su propia vida!, pues ahí es donde acontecen los famosos “cataclismos”. Nuestra mente otea siempre el “exterior”, pero el cambio es "interior", por más que tenga manifestaciones en el exterior.
Y, desde el punto de vista colectivo, asistimos al derrumbe del viejo mundo. Con él, de una vieja Humanidad y de una vieja vida, la de cada uno.
Al unísono, un Nuevo Mundo emerge. Con él una Nueva Humanidad y una Nueva Vida, la de cada uno.
Y el viejo mundo se derrumba aquí y ahora no por casualidad, sino, precisamente, porque emerge un Nuevo Mundo. Y en la medida que el Nuevo Mundo vaya plasmándose y configurándose, el viejo mundo irá acelerando su disolución (no al revés). La Madre Tierra va por delante y está a punto de culminar su transformación dimensional y vibracional (de “mi” en “”fa”).

La caída del viejo sistema es nuestra obra, nuestra creación
Por tanto, la caída del viejo sistema, con su batería de antiguos paradigmas, pautas y valores, es nuestra obra como co-creadores que somos. Es nuestra voluntad de Amor, Armonía y Paz la que se está empezando a hacer realidad. Así de sencillo, así de real. ¿Nos vamos a asustar o desconcertar ahora porque se está haciendo realidad el mundo que, tantas veces y con tanta intensidad, hemos soñado (¿vamos a ser como Edith, la mujer de Lot, que miró hacia atrás -convirtiéndose en una estatua de sal- cuando ya había emprendido el camino hacia la Nueva Vida tan anhelada?).  ¡Aquí está ya esa Nueva Vida!. Caen estructuras sociales, instituciones, economía, finanzas, política, aparato militar, religiones,…Y el proceso se irá intensificando en la medida que el Nuevo Mundo vaya emanando y consolidándose desde nuestros Corazones.
En paralelo, muchos seres humanos acometen e irán acometiendo su Metamorfosis: un Cambio Interior para ser odres nuevos para el vino nuevo.
La manifestación exterior del derrumbamiento del viejo mundo será la acumulación del viejo poder cada vez en menos manos. Así hasta que todo ese poder quede en posesión de uno sólo. Pero desde la perspectiva interior, todo ello coincidirá con el completo anclaje del Nuevo Mundo y la disolución definitiva del viejo: el Cielo en la Tierra.

La metamorfosis ya ha comenzado
La Metamorfosis ya ha comenzado y estamos recordando entre tod@s lo que realmente Somos: “Despertar Consciencial”. Lo que se inscribe, a la vez, en un cambio de ciclo cosmogónico que supone el paso del Invierno a la “Primavera Consciencial”.
Gocemos como se merece este Tiempo de Evolución y Dicha.

Tret de: http://emiliocarrillobenito.blogspot.com.es/2012/07/el-viejo-mundo-se-derrumba-porque.html