Para amar incondicionalmente tenemos que aceptar las cosas tal como vienen sin juzgarlas y ver que el jefe si es un cretino no es por su culpa si no por nuestra percepción. Cuesta, pero se puede entender.
Ver que alguien te está a punto de atropellar porque tiene prisa, pero ver en él que es un ser igual que tú con sus virtudes y defectos y por lo tanto lo respetas cuesta.
Pero aceptar que tu pareja se va con otro para vivir el amor e incrementar el amor, para que sea más feliz, eso es dificilísimo de aceptar y aunque parezca absurdo es lo más difícil de aprender. Más difícil que aceptar la muerte de un ser querido. Ya pueden ser tántricos, gente que lleva meditando 25 años o gente muy amorosa pero la infidelidad, o mirándolo desde el otro lado, el respeto a la libertad de la persona que vive con nosotros nos es prácticamente imposible de aceptar.
Si nos preguntan: ¿Qué prefieres, una jaula tan grande como Cataluña o la libertad? Casi todo el mundo dirá la libertad, pero en cambio quieren la libertad hasta un límite, libertad controlada. Mi pareja es mía y no tiene derecho a estar con otro, hasta aquí alcanza la libertad. Pero claro, la libertad que das es la libertad que recibes así que si tu pareja es tuya tendrás una cadenita de oro preciosa y muy larga pero seguirás teniendo una cadenita atada al pie.
Una buena pregunta, ¿dónde están los límites de tu libertad? O la misma pregunta ¿hasta dónde estás dispuesto a aceptar la libertad de los otros?
Un abrazo amores
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