No puedes ofrecerte a ti mismo, pero puedes ofrecer tu mente.
Esto te pertenece y ésta es tu elección. Si no la ofreces, lo Divino no
puede forzarla para que se ofrezca. No eres impotente.
No es como un río precipitándose al mar. La mente tiene una elección.
Puedes seguir negando lo Divino y lo Divino no puede obligarte. Tu ser
se arraiga en lo Divino, pero no tu mente. No puedes negar lo Divino en
lo concerniente a la Existencia. Tú eres parte suya.
Puedes negar lo Divino en lo que respecta a la consciencia. Puedes
negarlo hasta tal grado que eres capaz de vivir en una consciencia en la
cual no haya nada similar a lo Divino. Para decirlo de otra forma,
«Dios es» o «Dios no es» puede ser tu elección. Incluso si no hay Dios
eres capaz de fabricarte uno, puedes creer. Incluso aunque haya Dios,
puedes negarlo, y nada puede hacerte variar. Por eso la única elección
posible es la de la mente, la única libertad posible es la de la mente.
Tu ser está arraigado, pero tu mente es libre.
Desde luego, tu mente nace de tu ser, pero todavía así es libre,
libre en el sentido en que un árbol está enraizado en la tierra; el
árbol está arraigado, las ramas, las raíces, cada flor está arraigada,
pero la fragancia de la flor puede liberarse y puede desplazarse sin
estar arraigada. Por eso eres como un árbol, pero tu mente es una
fragancia. Puede ser ofrecida, puede no serlo. Depende de ti.
La libertad del hombre es la mente del hombre. Los animales
no son libres únicamente porque no tiene elección: son lo que son. ¡No
tienen elección! No pueden ir en contra de la naturaleza. La mente del
hombre es la libertad del hombre. Así que lo que debe entenderse
fundamentalmente es que debido a que la mente es una opción libre puede
volverse una ofrenda. Puedes ofrecer tu mente, pero también puedes
resistirte, puedes ir en contra, e incluso ni Dios podrá obligarte. Esta
es la gloria, ésta es la belleza de la existencia humana. Por eso el
hombre es el único animal que es, en cierto modo, libre. De esta
libertad puedes hacer uso o abuso.
Osho
Sacado de: http://www.budasfactory.com/en-portada/osho-la-mente-constantemente-apuntando-hacia-eso-es-la-ofrenda/
Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris budas. Mostrar tots els missatges
Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris budas. Mostrar tots els missatges
dilluns, 19 de novembre del 2012
dijous, 21 de juny del 2012
¿En qué lado de tu paraguas has dejado tus zapatos?
Haz las pequeñas cosas de tu vida con una conciencia relajada. Mientras comas, come totalmente: mastica totalmente, saborea totalmente, huele totalmente. Toca el pan, siente la textura. Huele el pan, huele el sabor. Mastícalo, deja que se disuelva en tu ser y permanece consciente; entonces estás meditando. Y entonces la meditación no está separada de la vida. Cuando la meditación está separada de la vida algo va mal. Se vuelve en contra de la vida. Entonces uno empieza a pensar en ir a un monasterio o a una cueva del Himalaya. Entonces uno quiere escapar de la vida, porque la vida parece distraernos de la meditación. La vida no es una distracción, la vida es la ocasión de meditar.
¿ En qué lado de tu paragüas has dejado tus zapatos?
Un discípulo vino a ver a Ikkyu, su maestro. El discípulo ya llevaba cierto tiempo practicando. Estaba lloviendo y, al entrar, dejó los zapatos y el paraguas fuera.
Después de presentar sus respetos, el maestro le preguntó a qué lado de los zapatos había dejado el paraguas.
(continua)
Tret de: http://www.budasfactory.com
Osho
¿ En qué lado de tu paragüas has dejado tus zapatos?
Un discípulo vino a ver a Ikkyu, su maestro. El discípulo ya llevaba cierto tiempo practicando. Estaba lloviendo y, al entrar, dejó los zapatos y el paraguas fuera.
Después de presentar sus respetos, el maestro le preguntó a qué lado de los zapatos había dejado el paraguas.
(continua)
Tret de: http://www.budasfactory.com
Osho
dilluns, 4 de juny del 2012
Lo simple y lo ordinario
Osho:
Algunas veces sucede que te vuelves uno, en algunos raros momentos. Observas el océano, lo tremendamente salvaje que es y de repente, olvidas tu división, tu esquizofrenia, te relajas. O, caminando por los Himalayas, viendo la nieve virgen sus cumbres, de pronto te invade una sensación de tranquilidad, y dejas de necesitar ser falso porque no hay otro ser humano ante el cual serlo. Te sientes en armonía. O, escuchando una hermosa música, te sientes uno. Siempre que en cualquier situación te vuelves uno, una paz, una felicidad, una bendición te rodea, surge en ti: te sientes pleno. No es necesario esperar estos momentos: estos momentos pueden convertirse en tu vida ordinaria. Estos momentos extraordinarios pueden volverse momentos ordinarios. Ésta es toda la intención del Zen. Puedes vivir una vida extraordinaria dentro de una vida ordinaria: cortar madera, preparar leña, llevar agua del pozo; puedes estar tremendamente en paz contigo mismo. Fregar el suelo, preparar la comida, lavar la ropa… Puedes estar perfectamente en paz, porque todo el tema tiene que ver con llevar a cabo tu acción de forma total, disfrutando, gozando con ello.
Con mucha facilidad no apreciamos este hermoso mundo en el que vivimos. Limpiar la casa, arreglar el jardín, preparar una comida: las tareas más mundanas adquieren una cualidad sagrada cuando se realizan con todo tu compromiso, con amor y por sí mismas, sin un pensamiento de recompensa o reconocimiento.
Ahora estás encarando un momento donde éste enfoque fácil, natural y profundamente ordinario ante las situaciones que te encuentras traerá mejores resultados que cualquier intento por tu parte de ser brillante y agudo, es decir, extraordinario. Olvídate de aparecer en los titulares por el último invento o de impresionar a tus amigos y colegas con tu inigualable cualidad de estrella. El regalo especial que tienes que obsequiar ahora se ofrece mejor tomando las cosas con sencillez y fácilmente, paso a paso.
Tret de: http://www.budasfactory.com/en-portada/una-tarde-en-casa/
Algunas veces sucede que te vuelves uno, en algunos raros momentos. Observas el océano, lo tremendamente salvaje que es y de repente, olvidas tu división, tu esquizofrenia, te relajas. O, caminando por los Himalayas, viendo la nieve virgen sus cumbres, de pronto te invade una sensación de tranquilidad, y dejas de necesitar ser falso porque no hay otro ser humano ante el cual serlo. Te sientes en armonía. O, escuchando una hermosa música, te sientes uno. Siempre que en cualquier situación te vuelves uno, una paz, una felicidad, una bendición te rodea, surge en ti: te sientes pleno. No es necesario esperar estos momentos: estos momentos pueden convertirse en tu vida ordinaria. Estos momentos extraordinarios pueden volverse momentos ordinarios. Ésta es toda la intención del Zen. Puedes vivir una vida extraordinaria dentro de una vida ordinaria: cortar madera, preparar leña, llevar agua del pozo; puedes estar tremendamente en paz contigo mismo. Fregar el suelo, preparar la comida, lavar la ropa… Puedes estar perfectamente en paz, porque todo el tema tiene que ver con llevar a cabo tu acción de forma total, disfrutando, gozando con ello.
Con mucha facilidad no apreciamos este hermoso mundo en el que vivimos. Limpiar la casa, arreglar el jardín, preparar una comida: las tareas más mundanas adquieren una cualidad sagrada cuando se realizan con todo tu compromiso, con amor y por sí mismas, sin un pensamiento de recompensa o reconocimiento.
Ahora estás encarando un momento donde éste enfoque fácil, natural y profundamente ordinario ante las situaciones que te encuentras traerá mejores resultados que cualquier intento por tu parte de ser brillante y agudo, es decir, extraordinario. Olvídate de aparecer en los titulares por el último invento o de impresionar a tus amigos y colegas con tu inigualable cualidad de estrella. El regalo especial que tienes que obsequiar ahora se ofrece mejor tomando las cosas con sencillez y fácilmente, paso a paso.
Tret de: http://www.budasfactory.com/en-portada/una-tarde-en-casa/
dilluns, 16 d’abril del 2012
Kung Fu Panda
Frases del Maestro Oogway:
"Tu mente es como esta agua, amigo mío. Cuando está agitada se vuelve difícil ver, pero si dejas que se calme la respuesta se vuelve clara."
"Abandona la ilusión de control. Mira este árbol, no puedo controlar cuando florecerá ni puedo obligarle a dar frutos. Hagas lo que hagas, esta semilla se convertirá en un durazno.Querrás manzanas o peras, pero obtendrás un durazno."
http://www.budasfactory.com/en-portada/kung-fu-panda-frases-del-maestro-oogway/
"Tu mente es como esta agua, amigo mío. Cuando está agitada se vuelve difícil ver, pero si dejas que se calme la respuesta se vuelve clara."
"Abandona la ilusión de control. Mira este árbol, no puedo controlar cuando florecerá ni puedo obligarle a dar frutos. Hagas lo que hagas, esta semilla se convertirá en un durazno.Querrás manzanas o peras, pero obtendrás un durazno."
http://www.budasfactory.com/en-portada/kung-fu-panda-frases-del-maestro-oogway/
dimecres, 11 d’abril del 2012
Osho, Ni expresar ni reprimir, observar
Tret de: http://www.budasfactory.com/en-portada/oshoni-expresar-ni-reprimir-observar/
Durante miles de años te han dicho que reprimas, y debido a la represión te has vuelto cada vez más inconsciente. Yo no te puedo decir que reprimas. Quisiera decirte justo lo contrario: no reprimas —observa, estáte alerta. Cuando se presente la cólera, siéntate en tu habitación, cierra tus puertas y obsérvala.
Tú conoces solamente dos maneras: estar enojado, ser violento, destructivo o reprimirlo. Tú no conoces la tercera manera, y la tercera manera es la manera de los budas: ni complaces ni reprimes —observa….
Si sólo se da esta opción, reprime o expresa, entonces yo sugeriría expresar. Pero ésta no es la verdadera elección; hay una tercera alternativa, mucho más importante que estas dos…
La indulgencia crea un hábito, la represión acumula el veneno en el interior. En indulgencia tú lanzas el veneno a otros, pero ellos no van a permanecer callados —te lo lanzarán de regreso. Se convierte en un combate: tú lanzas tu cólera a otros, ellos te lanzan su cólera —pero nadie recibe ayuda, todos resultan lastimados y heridos.
Y si reprimes… Debido a esta futilidad de la indulgencia, los sacerdotes inventaron la represión. Te mantiene fuera de peligro. La represión te hace un buen ciudadano, un caballero. Te mantiene fuera de los peligros de ser atrapado por la ley, de entrar en enemistad; te mantiene tranquilo. La represión te ayuda a volverte una persona social mejor, eso es cierto. Pero te hace una herida adentro, sólo una herida, y el pus va acumulándose en el interior. Al exterior funciona como un agente lubricante, pero por dentro te enfadas cada vez más.
Medita —meditación significa observación— y alcanzarás la libertad y la dicha”.
Durante miles de años te han dicho que reprimas, y debido a la represión te has vuelto cada vez más inconsciente. Yo no te puedo decir que reprimas. Quisiera decirte justo lo contrario: no reprimas —observa, estáte alerta. Cuando se presente la cólera, siéntate en tu habitación, cierra tus puertas y obsérvala.
Tú conoces solamente dos maneras: estar enojado, ser violento, destructivo o reprimirlo. Tú no conoces la tercera manera, y la tercera manera es la manera de los budas: ni complaces ni reprimes —observa….
Si sólo se da esta opción, reprime o expresa, entonces yo sugeriría expresar. Pero ésta no es la verdadera elección; hay una tercera alternativa, mucho más importante que estas dos…
La indulgencia crea un hábito, la represión acumula el veneno en el interior. En indulgencia tú lanzas el veneno a otros, pero ellos no van a permanecer callados —te lo lanzarán de regreso. Se convierte en un combate: tú lanzas tu cólera a otros, ellos te lanzan su cólera —pero nadie recibe ayuda, todos resultan lastimados y heridos.
Y si reprimes… Debido a esta futilidad de la indulgencia, los sacerdotes inventaron la represión. Te mantiene fuera de peligro. La represión te hace un buen ciudadano, un caballero. Te mantiene fuera de los peligros de ser atrapado por la ley, de entrar en enemistad; te mantiene tranquilo. La represión te ayuda a volverte una persona social mejor, eso es cierto. Pero te hace una herida adentro, sólo una herida, y el pus va acumulándose en el interior. Al exterior funciona como un agente lubricante, pero por dentro te enfadas cada vez más.
Medita —meditación significa observación— y alcanzarás la libertad y la dicha”.
divendres, 30 de març del 2012
Un cuento de Amma
Tret de: http://www.budasfactory.com/en-portada/un-cuento-de-amma/
Había un joven pastor que llevaba sus vacas a los prados cada mañana y las conducía de nuevo al establo por la tarde. Antes de retirarse para dormir, se aseguraba de que todas las vacas estuvieran bien sujetas a sus postes. Una tarde se dio cuenta de que a una de las vacas la faltaba su cuerda. El muchacho estaba en un aprieto. No podía dejar la vaca suelta, ya que probablemente se escaparía y la perdería. Ya era de noche y demasiado tarde para ir a comprar una cuerda. El muchacho se acercó al monje que estaba a cargo del lugar para pedirle consejo. Le dijo el monje: ‘No te preocupes, vuelve con la vaca, haz como si la ataras, asegúrate de que la vaca te vea y eso bastará para que la vaca se quede donde está.’
“El chico volvió al establo e hizo lo que el monje le había dicho. Simuló que ataba la vaca al poste. Cuando volvió a la mañana siguiente vio con asombro que efectivamente la vaca no se había movido durante la noche. El muchacho desató a las vacas como de costumbre y cuando estaba a punto de salir para los prados observó que la vaca que no tenía cuerda seguía echada junto al poste. Trató de unirla al rebaño, pero no consiguió que se moviese. El muchacho, perplejo, volvió a pedir ayuda al monje. Éste le escuchó y le sonrió. ‘Escucha muchacho, ayer hiciste como si la ataras; esta mañana has desatado a todas las vacas menos a ella. No lo has creído necesario puesto que no está atada, pero la vaca cree que sí lo está. Así que vuelve y haz como que la desataras.’ El muchacho así lo hizo e inmediatamente la vaca se levantó y se unió a la manada.
“Nuestra ignorancia nos hace creer que estamos atados como la vaca, cuando en realidad somos completamente libres. Mientras nos sintamos atados, necesitaremos la ayuda de un Maestro Perfecto que nos muestre el camino y nos diga, ‘no estáis atados, sois el todopoderoso Atman, el Ser. Salid de la ilusión y elevaros a los cielos de la Conciencia Suprema.’ El Maestro hace como si os liberara de la cuerda que os mantiene atados a los objetos y placeres mundanos. Una vez que se disuelve la ilusión os dais cuenta de que siempre estuvisteis en esa Conciencia, que nunca, nunca os extraviasteis de ella.
“La guía y presencia de un Maestro Perfecto es la luz que ilumina vuestra senda. Su presencia os ayuda a ver el muro del ego que os habéis creado. La comprensión de la naturaleza ilusoria de vuestras ataduras las disolverá. La comprensión errónea de vuestras relaciones con la gente, con el mundo y sus objetos, es lo que crea vuestras ataduras.”
Había un joven pastor que llevaba sus vacas a los prados cada mañana y las conducía de nuevo al establo por la tarde. Antes de retirarse para dormir, se aseguraba de que todas las vacas estuvieran bien sujetas a sus postes. Una tarde se dio cuenta de que a una de las vacas la faltaba su cuerda. El muchacho estaba en un aprieto. No podía dejar la vaca suelta, ya que probablemente se escaparía y la perdería. Ya era de noche y demasiado tarde para ir a comprar una cuerda. El muchacho se acercó al monje que estaba a cargo del lugar para pedirle consejo. Le dijo el monje: ‘No te preocupes, vuelve con la vaca, haz como si la ataras, asegúrate de que la vaca te vea y eso bastará para que la vaca se quede donde está.’
“El chico volvió al establo e hizo lo que el monje le había dicho. Simuló que ataba la vaca al poste. Cuando volvió a la mañana siguiente vio con asombro que efectivamente la vaca no se había movido durante la noche. El muchacho desató a las vacas como de costumbre y cuando estaba a punto de salir para los prados observó que la vaca que no tenía cuerda seguía echada junto al poste. Trató de unirla al rebaño, pero no consiguió que se moviese. El muchacho, perplejo, volvió a pedir ayuda al monje. Éste le escuchó y le sonrió. ‘Escucha muchacho, ayer hiciste como si la ataras; esta mañana has desatado a todas las vacas menos a ella. No lo has creído necesario puesto que no está atada, pero la vaca cree que sí lo está. Así que vuelve y haz como que la desataras.’ El muchacho así lo hizo e inmediatamente la vaca se levantó y se unió a la manada.
“Nuestra ignorancia nos hace creer que estamos atados como la vaca, cuando en realidad somos completamente libres. Mientras nos sintamos atados, necesitaremos la ayuda de un Maestro Perfecto que nos muestre el camino y nos diga, ‘no estáis atados, sois el todopoderoso Atman, el Ser. Salid de la ilusión y elevaros a los cielos de la Conciencia Suprema.’ El Maestro hace como si os liberara de la cuerda que os mantiene atados a los objetos y placeres mundanos. Una vez que se disuelve la ilusión os dais cuenta de que siempre estuvisteis en esa Conciencia, que nunca, nunca os extraviasteis de ella.
“La guía y presencia de un Maestro Perfecto es la luz que ilumina vuestra senda. Su presencia os ayuda a ver el muro del ego que os habéis creado. La comprensión de la naturaleza ilusoria de vuestras ataduras las disolverá. La comprensión errónea de vuestras relaciones con la gente, con el mundo y sus objetos, es lo que crea vuestras ataduras.”
dilluns, 26 de març del 2012
El mastro de arco Zen
Havia llegit "El mastro de arco Zen - Osho" (cito un tros perquè és important)
Herrigel aprendía con un Maestro zen. Estuvo aprendiendo el arte del tiro con arco durante tres años seguidos. Y el Maestro siempre le decía: “Está bien. Todo lo que haces está bien, pero no es suficiente” ...
¿Cómo he de progresar? Si tengo un cien por cien de efectividad? ...
Te has convertido en alguien técnicamente perfecto. Pero cuando la flecha parte de tu arco, no eres consciente de ti; por eso es algo fútil. No me preocupa la flecha, ¡me preocupas tú!...
“Voy a dejarlo. Me parece algo imposible. ¡Es imposible! Cuando estás apuntando a algo, tu consciencia se enfoca en el blanco, en el objetivo, y si has de convertirte en un gran arquero te has de olvidar de ti mismo, te has de centrar solamente en la diana, en el blanco, y olvidarte de todo lo demás. Sólo debe existir el blanco. ...
Pero el Maestro zen trataba continuamente de forzarlo a que creara en su interior otro objetivo. Esta flecha ha de estar dirigida en dos sentidos: apuntando externamente al objetivo y apuntando continuamente hacia el interior, hacia el Yo. ...
Cuando el Maestro acabara con su clase, partiría. Por primera vez no estaba implicado.
Entonces, de repente, se dio cuenta del Maestro y de la consciencia doblemente dirigida del Maestro. El Maestro estaba apuntando. Durante tres años había estado con el mismo Maestro, pero estaba más preocupado con su propio esfuerzo. Nunca había observado a ese hombre, lo que hacía. Por primera vez lo vio y supo; y de improviso, espontáneamente, sin esfuerzo alguno, se acercó al Maestro, tomó el arco de sus manos, apuntó a la diana y disparó la flecha. Y el Maestro dijo, “¡Bien! Es la primera vez que lo has logrado. Me siento feliz”.
En un principi no ho havia entès, sí està bé, és una bonica història però no ho veig.
Més tard estava anant en bici i de cop ho he vist clar. Em veia anant en bici, concentrat en la ruta i simultàniament veia la meva personalitat que estava gestionant les meves accions però ho veia desde fora, sense implicar-me emocionalment. Notava el meu cos, veia els meus sentiments però no m'hi implicava, eren uns sentiments d'algú altre o meus d'un altre temps. I aquesta perspectiva era més jo però simultàniament era com si jo no fos ningú com si jo no existís.
I tot això m'ha recordat un exercici que em va enviar la Núria fa temps i que us convido a tots que feu (no diu res diferent del maestro Zen simplement és una altra forma d'escriure-ho). Tireu a l'arc, conduïu, salteu en paracaigudes, feu l'amor o estigueu sentats en el sofà, el què no és important, només el com: amb consciència. Si voleu descobrir la vostra consciència podeu tirar l'arc amb el maestro zen o podeu fer el següent exercici: Simplemente Esto
Una abraçada
Herrigel aprendía con un Maestro zen. Estuvo aprendiendo el arte del tiro con arco durante tres años seguidos. Y el Maestro siempre le decía: “Está bien. Todo lo que haces está bien, pero no es suficiente” ...
¿Cómo he de progresar? Si tengo un cien por cien de efectividad? ...
Te has convertido en alguien técnicamente perfecto. Pero cuando la flecha parte de tu arco, no eres consciente de ti; por eso es algo fútil. No me preocupa la flecha, ¡me preocupas tú!...
“Voy a dejarlo. Me parece algo imposible. ¡Es imposible! Cuando estás apuntando a algo, tu consciencia se enfoca en el blanco, en el objetivo, y si has de convertirte en un gran arquero te has de olvidar de ti mismo, te has de centrar solamente en la diana, en el blanco, y olvidarte de todo lo demás. Sólo debe existir el blanco. ...
Pero el Maestro zen trataba continuamente de forzarlo a que creara en su interior otro objetivo. Esta flecha ha de estar dirigida en dos sentidos: apuntando externamente al objetivo y apuntando continuamente hacia el interior, hacia el Yo. ...
Cuando el Maestro acabara con su clase, partiría. Por primera vez no estaba implicado.
Entonces, de repente, se dio cuenta del Maestro y de la consciencia doblemente dirigida del Maestro. El Maestro estaba apuntando. Durante tres años había estado con el mismo Maestro, pero estaba más preocupado con su propio esfuerzo. Nunca había observado a ese hombre, lo que hacía. Por primera vez lo vio y supo; y de improviso, espontáneamente, sin esfuerzo alguno, se acercó al Maestro, tomó el arco de sus manos, apuntó a la diana y disparó la flecha. Y el Maestro dijo, “¡Bien! Es la primera vez que lo has logrado. Me siento feliz”.
En un principi no ho havia entès, sí està bé, és una bonica història però no ho veig.
Més tard estava anant en bici i de cop ho he vist clar. Em veia anant en bici, concentrat en la ruta i simultàniament veia la meva personalitat que estava gestionant les meves accions però ho veia desde fora, sense implicar-me emocionalment. Notava el meu cos, veia els meus sentiments però no m'hi implicava, eren uns sentiments d'algú altre o meus d'un altre temps. I aquesta perspectiva era més jo però simultàniament era com si jo no fos ningú com si jo no existís.
I tot això m'ha recordat un exercici que em va enviar la Núria fa temps i que us convido a tots que feu (no diu res diferent del maestro Zen simplement és una altra forma d'escriure-ho). Tireu a l'arc, conduïu, salteu en paracaigudes, feu l'amor o estigueu sentats en el sofà, el què no és important, només el com: amb consciència. Si voleu descobrir la vostra consciència podeu tirar l'arc amb el maestro zen o podeu fer el següent exercici: Simplemente Esto
Una abraçada
divendres, 16 de març del 2012
Voluntat o renuncia? Renuncia!
Renuncio.
Renuncio a dirigir la meva vida. Renuncio a pretendre que tinc el control sobre la meva vida. Renuncio a buscar-me un futur millor.
He decidit deixar-me portar pel riu, fer-me el mort i confiar en Déu.
Que vinguin pedres! Que vinguin ràpids! Que vingui el que vingui. Aquí estic, aquí l'espero.
Osho: "Diferencia entre voluntad y entrega (budasfactory)"
Renuncio a dirigir la meva vida. Renuncio a pretendre que tinc el control sobre la meva vida. Renuncio a buscar-me un futur millor.
He decidit deixar-me portar pel riu, fer-me el mort i confiar en Déu.
Que vinguin pedres! Que vinguin ràpids! Que vingui el que vingui. Aquí estic, aquí l'espero.
Osho: "Diferencia entre voluntad y entrega (budasfactory)"
dimecres, 29 de febrer del 2012
Osho, el misterio de las relaciones
Tret de: http://www.budasfactory.com/en-portada/texto-de-oshoel-misterio-de-las-relaciones/
La relación es creada por ti, pero luego, a su vez, la relación te crea a ti.
Dos personas se encuentran; esto quiere decir que dos mundos se encuentran. No es algo simple, sino muy complejo, de lo más complejo. Cada persona es un mundo en sí misma, un complejo misterio, con un largo pasado y un eterno futuro.
Al comienzo, sólo se reúnen las periferias. Pero, si la relación gana intimidad, se torna más cercana, más profunda, entonces, poco a poco, comienzan a unirse los centros.
Cuando se unen los centros, se denomina amor. Cuando se encuentran las periferias, hablamos de “conocidos”.
Muchas veces comienzas por llamar amor a tu “conocido”. Estás entrando en una falacia. Ese conocimiento no es el amor.
Llegar al centro de una persona es pasar por una revolución interior porque, si quieres acceder al centro de una persona, tendrás que permitir que también ella acceda a tu centro. Deberás volverte vulnerable, absolutamente vulnerable, abierto. Es un riesgo.
Permitir que alguien acceda a tu centro es riesgoso, peligroso, porque nunca sabes qué te hará esa persona. Y, una vez que se conocen todos tus secretos, una vez que lo que ocultas se descubre, una vez que estás completamente expuesto, nunca sabes qué te hará la otra persona. Hay temor allí: por eso nunca nos abrimos.
Entonces, lo primero que es necesario comprender es que no hay que confundir el conocimiento con el amor.
Puedes hacer el amor, puedes tener un vínculo sexual, pero el sexo también forma parte de la periferia.
Si los centros no se encuentran, el sexo es sólo la reunión de dos cuerpos, y el encuentro de dos cuerpos no es tu encuentro. Así, el sexo no es sino una relación de conocimiento: física, corporal, pero relación de conocimiento únicamente. Puedes permitirle a alguien acceder a tu centro cuando no estás asustado y no sientes pánico.
Entonces, te digo que hay dos tipos de vida: una, guiada por el miedo; otra, guiada por el amor.
La vida que se guía por el miedo nunca puede conducirte a una relación profunda. Permaneces asustado, y al otro no se le puede permitir, no se lo puede autorizar a llegar hasta tu mismo centro. Dejas que el otro llegue hasta un punto, y luego se levanta una pared y todo se detiene.
Una persona guiada por el amor es alguien que no le tiene miedo al futuro, que no le teme al resultado ni a las consecuencias, alguien que vive aquí y ahora.
Si puedes estar en este momento, en este presente, con plenitud, sólo entonces podrás amar. El amor es un florecimiento extraño. Sólo sucede de vez en cuando. Millones y millones de personas viven con la falsa actitud de ser amantes. Creen que aman, pero se trata sólo de su creencia.
Cuando no tienes miedo, no hay nada que ocultar. Entonces, puedes estar abierto, puedes retirar todas las fronteras y puedes invitar al otro a entrar hasta tu centro mismo.
Y recuerda: si permites que alguien penetre en ti tan profundamente, el otro te dejará penetrar en él o en ella pues, cuando le abres la puerta a alguien, se genera confianza. Cuando no tienes miedo, el otro pierde los temores.
En tu amor, siempre hay miedo. El marido teme a la esposa, y la esposa le teme al marido. Los amantes siempre están temerosos. Entonces, no se trata del amor, es sólo un acuerdo entre dos personas temerosas que dependen la una de la otra, peleando, explotando, manejando, controlando, dominando, poseyendo. Pero no es el amor.
¿Qué es el temor? ¿Por qué estás tan asustado? Aunque todo se sepa de ti y seas como un libro abierto, ¿por qué temer? ¿Cómo puede hacerte mal? Sólo falsas concepciones, sólo condicionamientos sociales: que tienes que esconder cosas, que tienes que protegerte, que tienes que tener una actitud constantemente hostil, que todos son enemigos, que todo el mundo está en contra de ti.
¡Nadie está en contra de ti! Aun cuando sientas que alguien está en contra de ti, tampoco lo está, pues todas las personas se preocupan por sí mismas, no por ti. No hay nada que temer. Tienes que descubrir esto antes de que pueda aparecer una relación auténtica. No hay nada que temer.
Medita acerca de ello. Y, después, permite que el otro entre en ti, invítalo. No crees barreras en ninguna parte; vuélvete un pasadizo siempre abierto, sin cerraduras, sin puertas, sin puertas cerradas. Así, el amor se hace posible.
Cuando se reúnen dos centros, hay amor.
De repente, te pones contento. Ése es un índice visible del amor: te pones contento, como si hubieras conseguido todo. No hay nada que lograr ahora; has alcanzado el objetivo. No hay más objetivos, el destino se ha cumplido. La semilla se ha transformado en flor: su florecimiento fue completo.
Un contento profundo es el signo visible del amor. Cada vez que una persona está enamorada, está profundamente contenta. El amor no se puede ver sino a través del contento, la profunda satisfacción que lo rodea… su misma respiración, cada uno de sus movimientos, su existencia misma: alegre.
Entonces, el momento presente es el único momento.
Ni siquiera la muerte significa nada para un hombre enamorado.
No tengas miedo, abandona tus temores, ábrete. Permite que otro centro acceda a tu centro interior. Renacerás a través de ello, se creará una nueva cualidad del ser.
Si hay amor allí, tendrás verdaderamente por primera vez la sensación de que la existencia es divina y de que todo es una bendición. Pero hay que hacer mucho antes de que esto pueda suceder. Hay mucho que destruir antes de que esto pueda suceder. Debes destruir todo lo que genera barreras en ti.
Haz del amor un sadhana, una disciplina interior. No dejes que sea sólo algo frívolo. No permitas que se transforme sólo en una ocupación de la mente. No permitas que se vuelva únicamente una satisfacción corporal. Haz de él una búsqueda interior, y toma al otro como un ayudante, como un amigo.
Permite que el otro entre en ti sin condicionamientos, y de repente el otro desaparece y Dios está allí. Si tu amante o tu amado no puede tornarse divino, entonces nada en el mundo puede volverse divino.
Y lo último que hay que recordar es que, en la relación de amor, siempre culpas al otro si algo sale mal. Si algo no va como debiera, el otro es el responsable. Esto destruye toda posibilidad de crecimiento futuro. Recuerda que siempre eres responsable, y cambia.
Despréndete de tus cualidades que generan conflicto. Haz del amor una autotransformación.
Si tomas al amor como un sadhana, no digas que el otro está equivocado. Simplemente trata de buscar: en alguna parte de ti, debe haber algún error; y deshazte de ese error. Va a ser difícil, pues va en contra del yo. Va a ser difícil, porque va a herir tu orgullo. Va a ser difícil, porque no serás dominante, posesivo; no te tornarás más poderoso a través de la posesión del otro. Esto destruirá tu yo: por eso va a ser difícil. Pero la destrucción del yo es la meta, el objetivo.
Por donde te acerques al mundo interior (a través del amor, a través de la meditación, a través del yoga, a través de las oraciones), cualquiera sea el camino que elijas, el objetivo será el mismo: la destrucción del yo, el abandono del yo.
Lo importante es estar aquí y ahora y encontrar tu camino. Si puedes encontrarlo a través de la relación, maravilloso. Si no puedes encontrarlo a través de la relación, encuéntralo en tu soledad. Éstos son dos caminos.
El amor implica encontrar tu camino a través de la relación. La meditación, en soledad. El amor y la meditación: éstos son los dos caminos. Fíjate cuál es el que se adapta a ti. Luego, coloca todas tus energías en él y sigue ese camino.
La relación es creada por ti, pero luego, a su vez, la relación te crea a ti.
Dos personas se encuentran; esto quiere decir que dos mundos se encuentran. No es algo simple, sino muy complejo, de lo más complejo. Cada persona es un mundo en sí misma, un complejo misterio, con un largo pasado y un eterno futuro.
Al comienzo, sólo se reúnen las periferias. Pero, si la relación gana intimidad, se torna más cercana, más profunda, entonces, poco a poco, comienzan a unirse los centros.
Cuando se unen los centros, se denomina amor. Cuando se encuentran las periferias, hablamos de “conocidos”.
Muchas veces comienzas por llamar amor a tu “conocido”. Estás entrando en una falacia. Ese conocimiento no es el amor.
Llegar al centro de una persona es pasar por una revolución interior porque, si quieres acceder al centro de una persona, tendrás que permitir que también ella acceda a tu centro. Deberás volverte vulnerable, absolutamente vulnerable, abierto. Es un riesgo.
Permitir que alguien acceda a tu centro es riesgoso, peligroso, porque nunca sabes qué te hará esa persona. Y, una vez que se conocen todos tus secretos, una vez que lo que ocultas se descubre, una vez que estás completamente expuesto, nunca sabes qué te hará la otra persona. Hay temor allí: por eso nunca nos abrimos.
Entonces, lo primero que es necesario comprender es que no hay que confundir el conocimiento con el amor.
Puedes hacer el amor, puedes tener un vínculo sexual, pero el sexo también forma parte de la periferia.
Si los centros no se encuentran, el sexo es sólo la reunión de dos cuerpos, y el encuentro de dos cuerpos no es tu encuentro. Así, el sexo no es sino una relación de conocimiento: física, corporal, pero relación de conocimiento únicamente. Puedes permitirle a alguien acceder a tu centro cuando no estás asustado y no sientes pánico.
Entonces, te digo que hay dos tipos de vida: una, guiada por el miedo; otra, guiada por el amor.
La vida que se guía por el miedo nunca puede conducirte a una relación profunda. Permaneces asustado, y al otro no se le puede permitir, no se lo puede autorizar a llegar hasta tu mismo centro. Dejas que el otro llegue hasta un punto, y luego se levanta una pared y todo se detiene.
Una persona guiada por el amor es alguien que no le tiene miedo al futuro, que no le teme al resultado ni a las consecuencias, alguien que vive aquí y ahora.
Si puedes estar en este momento, en este presente, con plenitud, sólo entonces podrás amar. El amor es un florecimiento extraño. Sólo sucede de vez en cuando. Millones y millones de personas viven con la falsa actitud de ser amantes. Creen que aman, pero se trata sólo de su creencia.
Cuando no tienes miedo, no hay nada que ocultar. Entonces, puedes estar abierto, puedes retirar todas las fronteras y puedes invitar al otro a entrar hasta tu centro mismo.
Y recuerda: si permites que alguien penetre en ti tan profundamente, el otro te dejará penetrar en él o en ella pues, cuando le abres la puerta a alguien, se genera confianza. Cuando no tienes miedo, el otro pierde los temores.
En tu amor, siempre hay miedo. El marido teme a la esposa, y la esposa le teme al marido. Los amantes siempre están temerosos. Entonces, no se trata del amor, es sólo un acuerdo entre dos personas temerosas que dependen la una de la otra, peleando, explotando, manejando, controlando, dominando, poseyendo. Pero no es el amor.
¿Qué es el temor? ¿Por qué estás tan asustado? Aunque todo se sepa de ti y seas como un libro abierto, ¿por qué temer? ¿Cómo puede hacerte mal? Sólo falsas concepciones, sólo condicionamientos sociales: que tienes que esconder cosas, que tienes que protegerte, que tienes que tener una actitud constantemente hostil, que todos son enemigos, que todo el mundo está en contra de ti.
¡Nadie está en contra de ti! Aun cuando sientas que alguien está en contra de ti, tampoco lo está, pues todas las personas se preocupan por sí mismas, no por ti. No hay nada que temer. Tienes que descubrir esto antes de que pueda aparecer una relación auténtica. No hay nada que temer.
Medita acerca de ello. Y, después, permite que el otro entre en ti, invítalo. No crees barreras en ninguna parte; vuélvete un pasadizo siempre abierto, sin cerraduras, sin puertas, sin puertas cerradas. Así, el amor se hace posible.
Cuando se reúnen dos centros, hay amor.
De repente, te pones contento. Ése es un índice visible del amor: te pones contento, como si hubieras conseguido todo. No hay nada que lograr ahora; has alcanzado el objetivo. No hay más objetivos, el destino se ha cumplido. La semilla se ha transformado en flor: su florecimiento fue completo.
Un contento profundo es el signo visible del amor. Cada vez que una persona está enamorada, está profundamente contenta. El amor no se puede ver sino a través del contento, la profunda satisfacción que lo rodea… su misma respiración, cada uno de sus movimientos, su existencia misma: alegre.
Entonces, el momento presente es el único momento.
Ni siquiera la muerte significa nada para un hombre enamorado.
No tengas miedo, abandona tus temores, ábrete. Permite que otro centro acceda a tu centro interior. Renacerás a través de ello, se creará una nueva cualidad del ser.
Si hay amor allí, tendrás verdaderamente por primera vez la sensación de que la existencia es divina y de que todo es una bendición. Pero hay que hacer mucho antes de que esto pueda suceder. Hay mucho que destruir antes de que esto pueda suceder. Debes destruir todo lo que genera barreras en ti.
Haz del amor un sadhana, una disciplina interior. No dejes que sea sólo algo frívolo. No permitas que se transforme sólo en una ocupación de la mente. No permitas que se vuelva únicamente una satisfacción corporal. Haz de él una búsqueda interior, y toma al otro como un ayudante, como un amigo.
Permite que el otro entre en ti sin condicionamientos, y de repente el otro desaparece y Dios está allí. Si tu amante o tu amado no puede tornarse divino, entonces nada en el mundo puede volverse divino.
Y lo último que hay que recordar es que, en la relación de amor, siempre culpas al otro si algo sale mal. Si algo no va como debiera, el otro es el responsable. Esto destruye toda posibilidad de crecimiento futuro. Recuerda que siempre eres responsable, y cambia.
Despréndete de tus cualidades que generan conflicto. Haz del amor una autotransformación.
Si tomas al amor como un sadhana, no digas que el otro está equivocado. Simplemente trata de buscar: en alguna parte de ti, debe haber algún error; y deshazte de ese error. Va a ser difícil, pues va en contra del yo. Va a ser difícil, porque va a herir tu orgullo. Va a ser difícil, porque no serás dominante, posesivo; no te tornarás más poderoso a través de la posesión del otro. Esto destruirá tu yo: por eso va a ser difícil. Pero la destrucción del yo es la meta, el objetivo.
Por donde te acerques al mundo interior (a través del amor, a través de la meditación, a través del yoga, a través de las oraciones), cualquiera sea el camino que elijas, el objetivo será el mismo: la destrucción del yo, el abandono del yo.
Lo importante es estar aquí y ahora y encontrar tu camino. Si puedes encontrarlo a través de la relación, maravilloso. Si no puedes encontrarlo a través de la relación, encuéntralo en tu soledad. Éstos son dos caminos.
El amor implica encontrar tu camino a través de la relación. La meditación, en soledad. El amor y la meditación: éstos son los dos caminos. Fíjate cuál es el que se adapta a ti. Luego, coloca todas tus energías en él y sigue ese camino.
dimarts, 28 de febrer del 2012
Osho, ¿Quén soy?
Tret de: http://www.budasfactory.com/en-portada/osho-%C2%BFquien-soy/
1.-Yo soy, yo soy. Haya discípulos o no, eso carece de importancia. No dependo de ti. Y todo mi esfuerzo aquí es conseguir que también tú no seas dependiente de mí. Estoy aquí para darte libertad. No quiero, de ninguna forma, anularte. Sólo quiero que seas tú mismo. Y el día en que esto suceda, cuando seas independiente de mí, serás capaz de amarme realmente. No antes.
Yo te amo. No puedo evitarlo. No es cuestión de que pueda amarte o no, simplemente te amo. Si no estuvieses aquí, este auditorio estaría lleno de mi amor, no habría ninguna diferencia. Estos árboles todavía recibirían mi amor, estos pájaros lo seguirían recibiendo. E incluso si todos los árboles y los pájaros desaparecieran, eso no haría ninguna diferencia: el amor seguiría fluyendo. El amor es, así que el amor fluye.
2.-No soy un filósofo, no te estoy impartiendo conocimiento alguno. Te estoy tratando de indicar algo que está más allá de todo conocimiento
3.-No soy un lógico, no soy un existencialista. Creo en este sinsentido, en este hermoso caos de la Existencia y estoy dispuesto a ir donde me conduzca. No tengo ninguna meta, porque la Existencia no tiene metas. Simplemente es, floreciente, rutilante, un baile, pero no pidas el porqué. Simplemente una superabundancia de energía sin motivo alguno. Estoy con la Existencia.
4.-No puedes decir si estoy en lo cierto o si estoy equivocado. Cómo máximo puedes decir que causo confusión. Pero esa es toda mi técnica: confundir en extremo. ¿Cuánto tiempo me vas a dejar que cambie de esto a lo otro? Un día vas a gritar, “¡Para ya! Ahora yo soy el que decido.”
5.- Considérame un poeta, un bailarín; nunca me consideres como un filósofo o un teólogo. No lo soy. Lo que estoy haciendo aquí es pura poesía.
6.- No tengo una idea ni estoy fijado a nada. Soy cambiante. Estoy absolutamente de acuerdo con Herácklito en que no puedes mojarte dos veces en el mismo río. Traducido esto quiere decir que no te puedes encontrar con la misma persona dos veces. No solamente estoy de acuerdo con él, sino que voy un poco más lejos: no puedes mojarte en el mismo río ni siquiera una sola vez. Trasladándolo de nuevo al mundo del hombre, quiere decir que no puedes encontrarte a la misma persona ni siquiera una vez porque cuando te la estás encontrando, él está cambiando, tú estás cambiando, el mundo entero está cambiando.
7.- Te parezco contradictorio, inconsistente, por la sencilla razón de que he decidido no morir antes de morirme. Voy a vivir hasta el último aliento, por eso no podrás tener ninguna certeza sobre mí hasta que exhale mi último aliento. Después pondrás cualquier imagen de mí y sentirte satisfecho con ella. Pero recuerda, no seré yo.
8.- A veces algunos tontos acuden a mí y me preguntan, “En resumen, ¿cuál es tu enseñanza? ¿Cuáles son los libros que contienen toda tu enseñanza?” ¡No tengo nada que enseñar! Por eso han surgido tantos libros. ¿Cómo si no hubieran podido surgir tantos libros? Si tienes algo que enseñar, entonces con uno o dos libros tienes suficiente. Por eso es por lo que puedo seguir hablando eternamente, porque no tengo enseñanza alguna. Toda enseñanza más tarde o más temprano se agota; yo no puedo ser agotado. No hay principio ni fin… siempre estamos en medio. No soy un maestro.
9.- Se me ha malentendido quizás más que a ninguna otra persona, pero eso no me ha afectado por la sencilla razón de que no existe un deseo de ser entendido. Si no entienden, es su problema, no es mi problema. Si me malinterpretan, es su problema y su desgracia. No voy a dejar de dormir porque millones de personas me malinterpreten.
10.- No soy el discípulo de nadie. No pertenezco a ningún sistema de creencias. Amo a toda le gente de cualquier parte del mundo y nunca los comparo entre sí. Todos son únicos: Un zarathustra es un Zarathustra, un mahavira es un mahavira, un Buda es un Buda, un Jesús es un Jesús, un
Moisés es un Moisés… son únicos en un grado tal que no deberías convertirlos a cada uno en un criterio con el cual la gente ha de encajar.
11.- Para ser franco contigo, cosa que normalmente no soy, no sé quién soy. El saber no es posible aquí donde estoy. Solamente queda el que conoce; lo que se conoce ha desaparecido. Solamente queda el continente, el contenido ha dejado de existir.
12.- No soy un filósofo. Recuerda siempre que soy un poeta, no un filósofo. Recuerda siempre que no soy un misionero, sino un músico tañendo el arpa de tu corazón.
13.- No soy un filósofo que esté tratando de crear un sistema de pensamiento. Soy un místico que está tratando de comunicar los misterios que han sido puestos a mi alcance. Te confundiré.
14.- ¡No soy serio! Lo que te estoy diciendo proviene de mi juguetonería. Es más un cotilleo que un evangelio.
15.- ¡Yo estoy loco, pero tú estás más loco! Y ésta es la única conexión entre los dos: yo estoy loco, tú estás más loco.
16.- No soy Billy Graham, no estoy aquí para inspirarte. Este es un fenómeno totalmente diferente. De hecho no soy ni religioso, no soy en absoluto espiritual. Todas estas etiquetas son completamente irrelevantes.
1.-Yo soy, yo soy. Haya discípulos o no, eso carece de importancia. No dependo de ti. Y todo mi esfuerzo aquí es conseguir que también tú no seas dependiente de mí. Estoy aquí para darte libertad. No quiero, de ninguna forma, anularte. Sólo quiero que seas tú mismo. Y el día en que esto suceda, cuando seas independiente de mí, serás capaz de amarme realmente. No antes.
Yo te amo. No puedo evitarlo. No es cuestión de que pueda amarte o no, simplemente te amo. Si no estuvieses aquí, este auditorio estaría lleno de mi amor, no habría ninguna diferencia. Estos árboles todavía recibirían mi amor, estos pájaros lo seguirían recibiendo. E incluso si todos los árboles y los pájaros desaparecieran, eso no haría ninguna diferencia: el amor seguiría fluyendo. El amor es, así que el amor fluye.
2.-No soy un filósofo, no te estoy impartiendo conocimiento alguno. Te estoy tratando de indicar algo que está más allá de todo conocimiento
3.-No soy un lógico, no soy un existencialista. Creo en este sinsentido, en este hermoso caos de la Existencia y estoy dispuesto a ir donde me conduzca. No tengo ninguna meta, porque la Existencia no tiene metas. Simplemente es, floreciente, rutilante, un baile, pero no pidas el porqué. Simplemente una superabundancia de energía sin motivo alguno. Estoy con la Existencia.
4.-No puedes decir si estoy en lo cierto o si estoy equivocado. Cómo máximo puedes decir que causo confusión. Pero esa es toda mi técnica: confundir en extremo. ¿Cuánto tiempo me vas a dejar que cambie de esto a lo otro? Un día vas a gritar, “¡Para ya! Ahora yo soy el que decido.”
5.- Considérame un poeta, un bailarín; nunca me consideres como un filósofo o un teólogo. No lo soy. Lo que estoy haciendo aquí es pura poesía.
6.- No tengo una idea ni estoy fijado a nada. Soy cambiante. Estoy absolutamente de acuerdo con Herácklito en que no puedes mojarte dos veces en el mismo río. Traducido esto quiere decir que no te puedes encontrar con la misma persona dos veces. No solamente estoy de acuerdo con él, sino que voy un poco más lejos: no puedes mojarte en el mismo río ni siquiera una sola vez. Trasladándolo de nuevo al mundo del hombre, quiere decir que no puedes encontrarte a la misma persona ni siquiera una vez porque cuando te la estás encontrando, él está cambiando, tú estás cambiando, el mundo entero está cambiando.
7.- Te parezco contradictorio, inconsistente, por la sencilla razón de que he decidido no morir antes de morirme. Voy a vivir hasta el último aliento, por eso no podrás tener ninguna certeza sobre mí hasta que exhale mi último aliento. Después pondrás cualquier imagen de mí y sentirte satisfecho con ella. Pero recuerda, no seré yo.
8.- A veces algunos tontos acuden a mí y me preguntan, “En resumen, ¿cuál es tu enseñanza? ¿Cuáles son los libros que contienen toda tu enseñanza?” ¡No tengo nada que enseñar! Por eso han surgido tantos libros. ¿Cómo si no hubieran podido surgir tantos libros? Si tienes algo que enseñar, entonces con uno o dos libros tienes suficiente. Por eso es por lo que puedo seguir hablando eternamente, porque no tengo enseñanza alguna. Toda enseñanza más tarde o más temprano se agota; yo no puedo ser agotado. No hay principio ni fin… siempre estamos en medio. No soy un maestro.
9.- Se me ha malentendido quizás más que a ninguna otra persona, pero eso no me ha afectado por la sencilla razón de que no existe un deseo de ser entendido. Si no entienden, es su problema, no es mi problema. Si me malinterpretan, es su problema y su desgracia. No voy a dejar de dormir porque millones de personas me malinterpreten.
10.- No soy el discípulo de nadie. No pertenezco a ningún sistema de creencias. Amo a toda le gente de cualquier parte del mundo y nunca los comparo entre sí. Todos son únicos: Un zarathustra es un Zarathustra, un mahavira es un mahavira, un Buda es un Buda, un Jesús es un Jesús, un
Moisés es un Moisés… son únicos en un grado tal que no deberías convertirlos a cada uno en un criterio con el cual la gente ha de encajar.
11.- Para ser franco contigo, cosa que normalmente no soy, no sé quién soy. El saber no es posible aquí donde estoy. Solamente queda el que conoce; lo que se conoce ha desaparecido. Solamente queda el continente, el contenido ha dejado de existir.
12.- No soy un filósofo. Recuerda siempre que soy un poeta, no un filósofo. Recuerda siempre que no soy un misionero, sino un músico tañendo el arpa de tu corazón.
13.- No soy un filósofo que esté tratando de crear un sistema de pensamiento. Soy un místico que está tratando de comunicar los misterios que han sido puestos a mi alcance. Te confundiré.
14.- ¡No soy serio! Lo que te estoy diciendo proviene de mi juguetonería. Es más un cotilleo que un evangelio.
15.- ¡Yo estoy loco, pero tú estás más loco! Y ésta es la única conexión entre los dos: yo estoy loco, tú estás más loco.
16.- No soy Billy Graham, no estoy aquí para inspirarte. Este es un fenómeno totalmente diferente. De hecho no soy ni religioso, no soy en absoluto espiritual. Todas estas etiquetas son completamente irrelevantes.
dijous, 23 de febrer del 2012
Osho habla sobre la vergüenza
Aquello de lo que estamos avergonzados es lo que no dejamos de esconder en nuestro interior; en el inconsciente. Va penetrando cada vez más en nuestro ser, circula por nuestra sangre, no cesa de manipularnos entre bambalinas.
Si quieres reprimir, reprime algo hermoso. Nunca reprimas algo que te avergüence, porque sea lo que fuere lo que reprimas, es profundo, y lo que sea que expreses se evaporará en el cielo. Así que expresa aquello que te avergüence, para eliminarlo de una vez. Lo que sea hermoso guardalo como un tesoro en tu interior, para que no deje de influir en vuestra vida.
Pero siempre hacemos lo contrario. No dejamos de expresar lo que es hermoso; de hecho, nos excedemos. Expresamos más de lo que hay. No paras de decir: «Amo, amo, amo», y quizá ni siquiera sea tanto. Pero no, reprimes la ira, el odio, los celos, la posesividad, y poco a poco descubres que te has convertido en todo lo que has reprimido, y entonces surge una profunda culpabilidad.
No hay nada de qué estar avergonzado; todo es perfecto tal como está. No puede haber un mundo más perfecto que este. Ahora mismo, este momento es el clímax de toda la existencia, la misma matriz alrededor de la cual gira todo. Nada puede ser más perfecto, así que relajate y disfruta. Abre tus puertas al sol, al aire, al cielo… no las cierres jamás.
Entonces siempre te renovará un aire fresco, te iluminarán nuevos rayos de sol. Deja que el tráfico de la existencia pase por ti. Nunca seas un camino cerrado, de lo contrario solo acumularas muerte y polvareda.
Desprendete de toda noción de vergüenza y nunca juzgues nada.
Tret de : http://www.budasfactory.com/blog/osho-habla-sobre-la-verguenza/
Si quieres reprimir, reprime algo hermoso. Nunca reprimas algo que te avergüence, porque sea lo que fuere lo que reprimas, es profundo, y lo que sea que expreses se evaporará en el cielo. Así que expresa aquello que te avergüence, para eliminarlo de una vez. Lo que sea hermoso guardalo como un tesoro en tu interior, para que no deje de influir en vuestra vida.
Pero siempre hacemos lo contrario. No dejamos de expresar lo que es hermoso; de hecho, nos excedemos. Expresamos más de lo que hay. No paras de decir: «Amo, amo, amo», y quizá ni siquiera sea tanto. Pero no, reprimes la ira, el odio, los celos, la posesividad, y poco a poco descubres que te has convertido en todo lo que has reprimido, y entonces surge una profunda culpabilidad.
No hay nada de qué estar avergonzado; todo es perfecto tal como está. No puede haber un mundo más perfecto que este. Ahora mismo, este momento es el clímax de toda la existencia, la misma matriz alrededor de la cual gira todo. Nada puede ser más perfecto, así que relajate y disfruta. Abre tus puertas al sol, al aire, al cielo… no las cierres jamás.
Entonces siempre te renovará un aire fresco, te iluminarán nuevos rayos de sol. Deja que el tráfico de la existencia pase por ti. Nunca seas un camino cerrado, de lo contrario solo acumularas muerte y polvareda.
Desprendete de toda noción de vergüenza y nunca juzgues nada.
Tret de : http://www.budasfactory.com/blog/osho-habla-sobre-la-verguenza/
dimarts, 31 de gener del 2012
El corazón tonto - Osho
El corazón tiene sus razones que la razón no puede comprender. El corazón tiene su propia dimensión de ser, que es completamente oscura para la mente. El corazón es más elevado y más profundo que la mente, está más allá de su alcance. Parece alocado. El amor siempre parece alocado porque no es utilitario. La mente es utilitaria. Lo utiliza todo para algún fin: esto es lo que significa ser utilitario. La mente tiene un propósito y está orientada hacia un fin; lo convierte todo en un medio. Y el amor no puede convertirse en un medio, ése es el problema. El amor mismo es el objetivo.
Los locos siempre demuestran una sabiduría sutil, y los sabios siempre se comportan como locos. Antiguamente, todos los grandes emperadores siempre tenían un bufón en la corte. También tenían a hombres muy sabios, consejeros, ministros y primeros ministros, pero siempre tenían un loco.
¿Por qué? Porque hay cosas que los llamados hombres sabios no pueden entender, que sólo un loco puede entender, porque los supuestos sabios son tan necios que su astucia y su inteligencia les cierran la mente. Un loco es simple, y era necesario porque muchas veces los supuestos sabios no decían las cosas al emperador por miedo. Un loco no teme a nadie, hablará sin importarle las consecuencias.
Así es como actúa un loco: de manera simple, sin pensar en los resultados. Un hombre inteligente siempre piensa en los resultados antes de actuar. En primer lugar piensa y luego actúa. El loco actúa sin pensárselo antes.
Cuando alguien alcanza la realización última, no es como vuestros sabios. No puede ser como ellos. Puede que sea como vuestros locos, pero no puede ser como vuestros sabios.
Tret de: http://www.budasfactory.com/en-portada/tarot-de-la-transformacion-de-osho/
Los locos siempre demuestran una sabiduría sutil, y los sabios siempre se comportan como locos. Antiguamente, todos los grandes emperadores siempre tenían un bufón en la corte. También tenían a hombres muy sabios, consejeros, ministros y primeros ministros, pero siempre tenían un loco.
¿Por qué? Porque hay cosas que los llamados hombres sabios no pueden entender, que sólo un loco puede entender, porque los supuestos sabios son tan necios que su astucia y su inteligencia les cierran la mente. Un loco es simple, y era necesario porque muchas veces los supuestos sabios no decían las cosas al emperador por miedo. Un loco no teme a nadie, hablará sin importarle las consecuencias.
Así es como actúa un loco: de manera simple, sin pensar en los resultados. Un hombre inteligente siempre piensa en los resultados antes de actuar. En primer lugar piensa y luego actúa. El loco actúa sin pensárselo antes.
Cuando alguien alcanza la realización última, no es como vuestros sabios. No puede ser como ellos. Puede que sea como vuestros locos, pero no puede ser como vuestros sabios.
Tret de: http://www.budasfactory.com/en-portada/tarot-de-la-transformacion-de-osho/
dimarts, 17 de gener del 2012
Practicando el arte de escuchar
Existe una diferencia abismal entre oír y escuchar. Escuchar es desarrollar el arte de la receptividad y es un arte difícil porque todo el mundo cree que ya lo domina.
Pero en realidad nos podemos pasar una vida entera oyendo algo sin haber sido capaces de escuchar.
El problema es que estamos demasiado llenos de nuestro propio parloteo interno para hacerlo.
El arte de escuchar es el método más simple de transformación.
Escuchando el océano, o escuchando el trueno de las nubes, u oyendo la lluvia mientras cae fuertemente, tú pones de lado tu ego, porque no es necesario… El océano no te va a atacar, los árboles no te van a atacar; no hay necesidad de ninguna defensa. Al ser vulnerable a la vida como tal, a la existencia como tal, tú lograrás estos momentos continuamente. Pronto se convertirán en tu propia vida.
Osho.
http://www.budasfactory.com/en-portada/practicando-el-arte-de-escuchar/
Pero en realidad nos podemos pasar una vida entera oyendo algo sin haber sido capaces de escuchar.
El problema es que estamos demasiado llenos de nuestro propio parloteo interno para hacerlo.
El arte de escuchar es el método más simple de transformación.
Escuchando el océano, o escuchando el trueno de las nubes, u oyendo la lluvia mientras cae fuertemente, tú pones de lado tu ego, porque no es necesario… El océano no te va a atacar, los árboles no te van a atacar; no hay necesidad de ninguna defensa. Al ser vulnerable a la vida como tal, a la existencia como tal, tú lograrás estos momentos continuamente. Pronto se convertirán en tu propia vida.
Osho.
http://www.budasfactory.com/en-portada/practicando-el-arte-de-escuchar/
dijous, 5 de gener del 2012
Las mentes, en su mayoría, buscan la seguridad
http://www.budasfactory.com/en-portada/discurso-de-jiddu-krihnamurti/
Queremos estar seguros. Investimos de autoridad a aquéllos que nos ofrecen esta seguridad, y les rendimos culto como nuestra autoridad porque nosotros mismos buscamos una certidumbre a la cual la mente pueda aferrarse, en la que pueda sentirse a salvo, segura.
Si consideran la cuestión, encontrarán que casi todos ustedes vienen a escucharme porque están buscando certidumbre ‑ certidumbre del conocimiento, certidumbre de un objetivo, de una verdad, de una idea ‑ a fin de poder actuar a base de esa certidumbre, escoger por medio de esa certidumbre. La opción y las acciones de ustedes no despiertan el verdadero discernimiento o la verdadera percepción, porque están constantemente comprometidos en acumular conocimientos, experiencias, en descubrir distintas formas de ganar, en buscar autoridades que les proporcionen seguridad y consuelo, en esforzarse por desarrollar el carácter. Esperan, mediante todos estos intentos de acumulación, tener la garantía de la certidumbre; certidumbre que les quita toda duda y ansiedad, que les proporciona – al menos así lo esperan – la certeza de la opción. Con el pensamiento de la certidumbre, escogen confiando en ganar más comprensión. Así, en la búsqueda de certidumbre, se origina el miedo de ganar y perder lo ganado.
De este modo, la vida se convierte en una escuela donde aprendemos a sentirnos seguros. ¿Acaso no es eso la vida de ustedes? Una escuela donde aprenden, no a vivir, sino cómo estar seguros. Para ustedes, la vida es un proceso de acumular, no una cuestión de vivir.
Ahora bien, yo diferencio entre el vivir y el acumular. Un hombre que vive de verdad, no tiene sentido de acumulación. Pero el hombre que busca certidumbre y seguridad, que busca un refugio desde el cual pueda actuar – el refugio del carácter, de la virtud -, ese hombre piensa en la vida como una acumulación y, en consecuencia, la vida se vuelve para él un proceso de aprendizaje, ganancia y lucha.
Donde existe la idea de acumulación y ganancia, tiene que haber un sentido del tiempo y, en consecuencia, la acción es incompleta. Si estamos constantemente ocupados con una futura ganancia, con un futuro del que habremos de obtener provecho, desarrollo, mayor fuerza de adquisición, entonces nuestra acción en el presente tiene que ser, por fuerza, incompleta. Si nuestras mentes y nuestros corazones están buscando continuamente ganar, lograr, tener éxito, entonces nuestra acción, cualquiera que fuere, carece de un verdadero significado; nuestros ojos están fijos en el futuro, nuestras mentes sólo se interesan en el futuro. Por lo tanto, toda acción en el presente crea insuficiencia.
Queremos estar seguros. Investimos de autoridad a aquéllos que nos ofrecen esta seguridad, y les rendimos culto como nuestra autoridad porque nosotros mismos buscamos una certidumbre a la cual la mente pueda aferrarse, en la que pueda sentirse a salvo, segura.
Si consideran la cuestión, encontrarán que casi todos ustedes vienen a escucharme porque están buscando certidumbre ‑ certidumbre del conocimiento, certidumbre de un objetivo, de una verdad, de una idea ‑ a fin de poder actuar a base de esa certidumbre, escoger por medio de esa certidumbre. La opción y las acciones de ustedes no despiertan el verdadero discernimiento o la verdadera percepción, porque están constantemente comprometidos en acumular conocimientos, experiencias, en descubrir distintas formas de ganar, en buscar autoridades que les proporcionen seguridad y consuelo, en esforzarse por desarrollar el carácter. Esperan, mediante todos estos intentos de acumulación, tener la garantía de la certidumbre; certidumbre que les quita toda duda y ansiedad, que les proporciona – al menos así lo esperan – la certeza de la opción. Con el pensamiento de la certidumbre, escogen confiando en ganar más comprensión. Así, en la búsqueda de certidumbre, se origina el miedo de ganar y perder lo ganado.
De este modo, la vida se convierte en una escuela donde aprendemos a sentirnos seguros. ¿Acaso no es eso la vida de ustedes? Una escuela donde aprenden, no a vivir, sino cómo estar seguros. Para ustedes, la vida es un proceso de acumular, no una cuestión de vivir.
Ahora bien, yo diferencio entre el vivir y el acumular. Un hombre que vive de verdad, no tiene sentido de acumulación. Pero el hombre que busca certidumbre y seguridad, que busca un refugio desde el cual pueda actuar – el refugio del carácter, de la virtud -, ese hombre piensa en la vida como una acumulación y, en consecuencia, la vida se vuelve para él un proceso de aprendizaje, ganancia y lucha.
Donde existe la idea de acumulación y ganancia, tiene que haber un sentido del tiempo y, en consecuencia, la acción es incompleta. Si estamos constantemente ocupados con una futura ganancia, con un futuro del que habremos de obtener provecho, desarrollo, mayor fuerza de adquisición, entonces nuestra acción en el presente tiene que ser, por fuerza, incompleta. Si nuestras mentes y nuestros corazones están buscando continuamente ganar, lograr, tener éxito, entonces nuestra acción, cualquiera que fuere, carece de un verdadero significado; nuestros ojos están fijos en el futuro, nuestras mentes sólo se interesan en el futuro. Por lo tanto, toda acción en el presente crea insuficiencia.
dimecres, 16 de novembre del 2011
Osho habla sobre la tristeza
http://www.budasfactory.com/blog/osho-habla-sobre-la-tristeza-y-la-soledad
La tristeza puede convertirse en una experiencia tremendamente enriquecedora. Has de trabajarla. Es muy fácil escapar de tu tristeza. Todas las relaciones son, generalmente, formas de escapar de ella; procuras evitarla. Y siempre está ahí, oculta… la corriente continúa. Incluso emerge en numerosas ocasiones en tus relaciones. Entonces tratas de arrojar la responsabilidad sobre el otro, pero eso no es lo que ocurre. Es tu tristeza, tu soledad; aún no la conoces, y por tanto una y otra vez emergerá.
Puedes escapar de ella trabajando, puedes escapar de ella estando ocupado, con tus relaciones, con la sociedad, con esto y lo otro, viajando, pero no desaparecerá porque forma parte de tu ser. Todos nacemos solos; estamos en el mundo, pero solos; nacemos a través de nuestros padres, pero estamos solos. Y todos morimos en soledad; salimos de este mundo solos. Y entre esas dos soledades, nos engañamos. Está bien acumular valor y adentrarte en esta soledad. Por muy difícil y duro que resulte al principio, te compensará enormemente. Una vez que la conozcas, una vez que la disfrutes, una vez que la percibas, no como soledad, sino como silencio, una vez que comprendas que no hay escapatoria, te relajarás.
No puedes remediarlo, de modo que, ¿por qué no disfrutar de ella? ¿por qué no entrar en sus profundidades y saborearla, descubrir qué es? ¿Por qué tienes miedo innecesariamente? Está ahí y es una realidad; es existencial, no accidental. ¿Por qué no conocerla? ¿Por qué no entras en ella y descubres qué es?
Siempre que te sientas triste, siéntate en silencio y deja que esa tristeza te invada; no trates de escapar de ella. Siéntete lo más triste que puedas. No la evites.
Recuerda ésto. Llora al máximo, tírate por el suelo, revuélcate… y deja que desaparezca por sí misma. No la expulses; se irá, porque nada permanece para siempre.
Cuando se vaya, te sentirás descargado, absolutamente aliviado, como si toda fuerza de gravedad hubiera desaparecido y pudieras volar, sin peso alguno. Es el momento de entrar en ti mismo. Primero, ábrete a la tristeza. Corrientemente, no te abres a ella; buscas sistemas para poder fijarte en otras cosas; vas al restaurante, te reúnes con amigos, lees un libro o vas al cine, o tocas la guitarra; haces algo para poder sumirte en ello y distraer tu atención.
Has de recordar esto : Cuando te sientas triste, no te pierdas la oportunidad. Cierra las puertas, siéntate y siéntete tan triste como puedas, como si el mundo entero fuera un infierno. Sumérgete en ella, profundiza en ella. Deja que cualquier pensamiento de tristeza te invada, deja que la emoción te agite. Y llora, gime, exprésate… en voz alta… no tienes por qué preocuparte.
En primer lugar, vive esa tristeza durante unos días, y cuando la tristeza desaparezca te sentirás muy calmado, tranquilo, como tras una tormenta. En ese momento siéntate en silencio y disfruta del silencio que está apareciendo en ti. No lo has provocado; te abriste a la tristeza. Cuando la tristeza desaparece, en ese espacio, surge el silencio.
El ser humano todavía no aprende a conocer las bellezas de la soledad. Siempre está ansiosamente buscando estar con alguién…para olvidarse de que esta solo…nació solo, morirá solo y, no importa lo que haga, vive solo. La soledad es algo tan esencial a su ser que no hay manera de evitarla. Todos los esfuerzos….fallaron y fallarán porque son contrarios a los fundamentos de la vida….es necesario tornarse consciente de la soledad. Y es tan lindo sentirla porque te libera de la multitud, del otro. Soledad significa simplemente ser completo. Tú eres entero, no necesitas a nadie para completarte. Así, intenta descubrir tu centro más profundo donde siempre estuviste solo y tan lleno, tan completo y tan desbordante con todas las savias de la existencia que, habiendo probado tu soledad, el dolor del corazón desaparecerá siendo reemplazado por un nuevo ritmo de inmensa suavidad, paz, alegría y bienaventuranza. Esto no significa que una persona centrada en su soledad no pueda hacer amigos. En realidad sólo ella puede hacer amistades, porque ahora eso no es mas una necesidad, es simplemente un compartir.
La tristeza puede convertirse en una experiencia tremendamente enriquecedora. Has de trabajarla. Es muy fácil escapar de tu tristeza. Todas las relaciones son, generalmente, formas de escapar de ella; procuras evitarla. Y siempre está ahí, oculta… la corriente continúa. Incluso emerge en numerosas ocasiones en tus relaciones. Entonces tratas de arrojar la responsabilidad sobre el otro, pero eso no es lo que ocurre. Es tu tristeza, tu soledad; aún no la conoces, y por tanto una y otra vez emergerá.
Puedes escapar de ella trabajando, puedes escapar de ella estando ocupado, con tus relaciones, con la sociedad, con esto y lo otro, viajando, pero no desaparecerá porque forma parte de tu ser. Todos nacemos solos; estamos en el mundo, pero solos; nacemos a través de nuestros padres, pero estamos solos. Y todos morimos en soledad; salimos de este mundo solos. Y entre esas dos soledades, nos engañamos. Está bien acumular valor y adentrarte en esta soledad. Por muy difícil y duro que resulte al principio, te compensará enormemente. Una vez que la conozcas, una vez que la disfrutes, una vez que la percibas, no como soledad, sino como silencio, una vez que comprendas que no hay escapatoria, te relajarás.
No puedes remediarlo, de modo que, ¿por qué no disfrutar de ella? ¿por qué no entrar en sus profundidades y saborearla, descubrir qué es? ¿Por qué tienes miedo innecesariamente? Está ahí y es una realidad; es existencial, no accidental. ¿Por qué no conocerla? ¿Por qué no entras en ella y descubres qué es?
Siempre que te sientas triste, siéntate en silencio y deja que esa tristeza te invada; no trates de escapar de ella. Siéntete lo más triste que puedas. No la evites.
Recuerda ésto. Llora al máximo, tírate por el suelo, revuélcate… y deja que desaparezca por sí misma. No la expulses; se irá, porque nada permanece para siempre.
Cuando se vaya, te sentirás descargado, absolutamente aliviado, como si toda fuerza de gravedad hubiera desaparecido y pudieras volar, sin peso alguno. Es el momento de entrar en ti mismo. Primero, ábrete a la tristeza. Corrientemente, no te abres a ella; buscas sistemas para poder fijarte en otras cosas; vas al restaurante, te reúnes con amigos, lees un libro o vas al cine, o tocas la guitarra; haces algo para poder sumirte en ello y distraer tu atención.
Has de recordar esto : Cuando te sientas triste, no te pierdas la oportunidad. Cierra las puertas, siéntate y siéntete tan triste como puedas, como si el mundo entero fuera un infierno. Sumérgete en ella, profundiza en ella. Deja que cualquier pensamiento de tristeza te invada, deja que la emoción te agite. Y llora, gime, exprésate… en voz alta… no tienes por qué preocuparte.
En primer lugar, vive esa tristeza durante unos días, y cuando la tristeza desaparezca te sentirás muy calmado, tranquilo, como tras una tormenta. En ese momento siéntate en silencio y disfruta del silencio que está apareciendo en ti. No lo has provocado; te abriste a la tristeza. Cuando la tristeza desaparece, en ese espacio, surge el silencio.
El ser humano todavía no aprende a conocer las bellezas de la soledad. Siempre está ansiosamente buscando estar con alguién…para olvidarse de que esta solo…nació solo, morirá solo y, no importa lo que haga, vive solo. La soledad es algo tan esencial a su ser que no hay manera de evitarla. Todos los esfuerzos….fallaron y fallarán porque son contrarios a los fundamentos de la vida….es necesario tornarse consciente de la soledad. Y es tan lindo sentirla porque te libera de la multitud, del otro. Soledad significa simplemente ser completo. Tú eres entero, no necesitas a nadie para completarte. Así, intenta descubrir tu centro más profundo donde siempre estuviste solo y tan lleno, tan completo y tan desbordante con todas las savias de la existencia que, habiendo probado tu soledad, el dolor del corazón desaparecerá siendo reemplazado por un nuevo ritmo de inmensa suavidad, paz, alegría y bienaventuranza. Esto no significa que una persona centrada en su soledad no pueda hacer amigos. En realidad sólo ella puede hacer amistades, porque ahora eso no es mas una necesidad, es simplemente un compartir.
dilluns, 7 de novembre del 2011
Si crees que no necesitas un maestro
Si crees que no necesitas un maestro,
es que todavía no te has enterado
que todos somos discípulos de la vida…
http://www.budasfactory.com/en-portada/mensaje-del-buitre-misterioso/
es que todavía no te has enterado
que todos somos discípulos de la vida…
http://www.budasfactory.com/en-portada/mensaje-del-buitre-misterioso/
divendres, 21 d’octubre del 2011
La actitud lo es todo
A ti que soy yo te propongo el siguiente ejercicio, intenta ser consciente de todos los momentos en los que estas serio y oblígate a sonreír, al principio será una simple mueca, observa que los dientes estén separados y mantente así. Mira también si tus ojos están sonriendo, ayudales a sonreír, acompáñalos. Por último lo mas importante, comienza a observar a ese que vive por ti y que cree que tiene motivos para no sonreír, que la vida es algo muy serio, que lo que le está pasando es realmente grave, que tiene que conseguir algo para ser feliz, que sonreirá en el futuro. Observa al que no quiere sonreír y sonriele también, con tu sonrisa explicale que ya no lo necesitas, sonriele cada vez que te diga que no tienes motivos para sonreír. Haz esto durante una semana, cada vez que te des cuenta, observa si hay alguien que le da vergüenza sonreír por la calle o sin motivo o que le vean así, a ese también le puedes sonreír. Cada vez que te des cuenta que estas serio sonríe y mantén la sonrisa. No te voy a prometer nada, es un experimento y tu tendrás que ver que es lo que sucede, eso si, si te entregas a la experiencia entrégate al cien por cien, sino mejor que no lo hagas porque el hacer las cosas a medias también es una actitud del ego.
http://www.budasfactory.com/en-portada/texto-de-sergio-sobre-la-actitud/
http://www.budasfactory.com/en-portada/texto-de-sergio-sobre-la-actitud/
dimecres, 19 d’octubre del 2011
Jiddu Krishnamurti habla sobre el Amor
Uno de las cosas extrañas relacionadas con el amor es que cualquier cosa que podamos hacer, será correcta si amamos. Cuando hay amor, la acción es siempre correcta, en todas las circunstancias. Y cuando existe esa calidad del amor, hay compasión. La compasión implica pasión por todo.
budas factory
budas factory
dimarts, 11 d’octubre del 2011
Valentía
VALENTÍA es adentrarse en lo desconocido a pesar de todos los miedos. La valentía no es falta de miedo. La falta de miedo surge cuando cada vez te vuelves más valiente. La falta de miedo es la experiencia absoluta de la valentía; es la fragancia de la valentía cuando ésta es absoluta. Pero, en principio, no hay tanta diferencia entre una persona cobarde y una valiente. La única diferencia es que el cobarde presta atención a sus miedos y se deja llevar por ellos, mientras que la persona valiente los aparta y sigue su camino. La persona valiente se adentra en lo desconocido a pesar de todos sus miedos.
Osho.
http://www.budasfactory.com/en-portada/viendonos-por-sevilla/
Osho.
http://www.budasfactory.com/en-portada/viendonos-por-sevilla/
Subscriure's a:
Missatges (Atom)