El tejido universal es un gran tapiz de campos inter dependientes en el que somos partes activas y no meros observadores, decía David Bohm.
Las energías de las demás estrellas y del sol central llegan a través
del campo magnético de nuestra galaxia, contactando con la heliósfera
del sistema solar y llegando después a través de la tierra hasta
nosotros, como si se tratara de una ducha con aspersores de luz. No hay
donde esconderse ante estas nuevas energías que llegan de tan grandes
distancias para traernos esa parte olvidada de nuestra inteligencia
colectiva. Y el trabajo es día a día, lentamente, hasta que cambie la
conciencia humana en relación con todo lo conocido: religión, propósito
de la existencia, tiempo y espacio, vida universal, gobierno… E incluso
hasta que nos aceptemos como una raza colectiva con una misión transcendente de germinadora de galaxias.
No se trata de salir de la tierra, ni de su destrucción final, ni de las naves extra terrestres, sino de alcanzar la inteligencia divina
a partir de nuestras células y asumir la herencia para la que fuimos
creados. Se trata de salir del enredo que hemos creado y volver a
nuestro objetivo primigenio que no se refiere sólo a la tierra, sino
también a las estrellas. Nuestra realidad de tiempo y espacio nació del no tiempo y de la unidad original, y ahora juntos vamos
a participar en el cambio más profundo que jamás ha experimentado la
humanidad, y eso en el espacio de los próximos cuatro o cinco años.
Nos harán falta líderes capaces de moverse en las nuevas perspectivas
del tiempo y del espacio, del amor y del silencio, de la energía y la
materia, de las relaciones entre terrestres y seres estelares, y
especialmente de nuestra dimensión espiritual. Se nos está introduciendo
como especie en un mundo desconocido e increíble, y cada uno tendrá que
abrir sus propios canales de comunicación con el ser multi dimensional.
El despertar repentino y milagroso es inconcebible, se tratará más
bien de un despertar progresivo a lo largo de los próximos cuatro a seis
años. Hay como una orden de inteligencia muy elevada que va penetrando
hasta las raíces del mundo tridimensional, hasta que sincroniza
armoniosamente nuestras mentes y corazones, abriendo la percepción del
alma o ser superior. Los que mantengan una coherencia energética en
medio de este proceso de cambio serán los guías de las siguientes
generaciones, ya que habrán logrado la auto maestría emocional y la
comprensión espiritual directa, sin intermediarios. Los demás pueden
negar el cambio hasta que ya no sea posible o entregarse a él desde sus
comienzos. De cualquier forma el cambio viene y exigirá de ti una coherencia interna a nivel mental y emocional que será ineludible.
Sacado de: http://www.emiliofiel.com/2012/11/29/29-de-noviembre-vuelve-asklepius-con-su-doble-serpiente-en-la-mano/
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