divendres, 27 d’abril del 2012

¿Cómo habla Dios y a quién?


Hablo a todo el mundo. Constantemente. La cuestión no es a quién hablo, sino quién me escucha. Pero vamos a cambiar la palabra hablar por la palabra comunicarse; resulta más completo y más apropiado. Y rara vez me comunico con palabras.

Mi modo usual de comunicarme es por medio del sentimiento. Si quieres saber hasta qué punto algo es cierto para ti, presta atención a lo que sientes al respecto. A veces los sentimientos son difíciles de descubrir, y con frecuencia aún más difíciles de reconocer. Sin embargo, en tus más profundos sentimientos se oculta tu más alta verdad. El truco está en llegar a dichos sentimientos.

También me comunico con el pensamiento. Al comunicarme con el pensamiento, a menudo utilizo imágenes.

Y además utilizo también el vehículo de la experiencia, que es un magnífico medio de comunicación.

Finalmente, cuando fallan los sentimientos, los pensamientos y la experiencia, utilizo las palabras. En realidad, las palabras resultan el medio de comunicación menos eficaz. Están sujetas a interpretaciones equivocadas, y muy a menudo a malinterpretaciones.

Pero no todos los sentimientos, ni todos los pensamientos, ni toda la experiencia, ni todas las palabras proceden de mí. Muchas palabras han sido pronunciadas por otros en mi nombre. Muchos pensamientos y muchos sentimientos han sido promovidos por causas que no son resultado directo de mi creación. Y muchas experiencias se derivan también de dichas causas.

La cuestión consiste en discernir. La dificultad estriba en saber la diferencia entre los mensajes de Dios y los que proceden de otras fuentes. Esta distinción resulta sencilla con la aplicación de una regla básica:

Vuestro pensamiento más elevado, vuestra palabra más clara, vuestro sentimiento más grandioso, son siempre míos. Todo lo demás procede de otra fuente.

El pensamiento más elevado es siempre aquel que encierra Alegría. Las palabras más claras son aquellas que encierran Verdad. El sentimiento más grandioso es el llamado Amor.

Alegría, Verdad, Amor.

Tret de: Conversaciones con Dios, Neale Donald Walsch

1 comentari:

  1. Diga-li Déu, diga-li jo superior, diga-li àngel de la guarda, l'important no és l'emissor sinó el missatge.

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